domingo, 18 de abril de 2010

Este viaje comienza mucho antes de despertar fue mi primer trabajo de ilustración. Experimenté con fondos de colores acrílicos apastelados muy pastosos en algunos sectores y muy diluidos casi como acuarelas en otros.
En la primera viñeta intenté crear el efecto de cuerpos incandescentes casi solamente a través del achurado desde la oscuridad absoluta hacia el blanco puro. También me preocupé que el rostro de la niña recibiera aquella luz sutilmente para crear una atmósfera íntima y bucólica. Para eso estudié algunos grabados de Rembrandt poniendo énfasis en su utilización de las fuentes lumínicas. Me fijé en las zonas donde confluyen las luces y en las sutilezas que allí se producen. Allí conocí en profundidad los grabados de Goya, y en general su trabajo (sobre los que volvería nuevamente más tarde). Hace poco descubrí que Matta tiene mi misma fijación por las luces, por sobre todo las pequeñas, inconscientemente relacioné el sueño con las luces. Matta lo hizo hace varias décadas atrás con el surrealismo.

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