domingo, 18 de abril de 2010

Vincent ha sido un referente para mi desde siempre, y mi referente más importante desde el primer día que tomé un pincel, hace aproximadamente 3 años atrás.
Hace algunas semanas atrás redacté lo siguiente acerca de él:
Por sobre todo admiro su disciplina. Su gran dominio del color traducido en el orden y el respeto por la modulación de estos: la limpieza de sus tonos y la separación de los colores puros de los grises, otorgando protagonismo a los primeros por sobre los segundos.
La interacción de sus colores dentro del lienzo. Por ejemplo, la forma en que resalta un tono mediante otro en sectores complejos como el jardín, del Recuerdo del jardín de Etten, donde además del complementarismo se vale de la fuerza propia de cada color para separarlos unos de otros. Soslayando, de forma magistral, la planitud en aquel pasaje de la pintura.
Admiro tanto el carácter metafísico de su pintura como la forma en que el trasfondo social de su trabajo se torna casi tan pesado como su visualidad.
Amo su época en Arles, su viñedo rojo, sus catorce girasoles en un jarrón, su retrato de Camille Roulin como escolar, su cabeza de una mujer con el pelo suelto, su retrato de un anciano con barba, sus cielos tormentosos, sus jarrones con flores. En general casi toda su producción, incluso antes de los comedores de patatas.
Cementerio de Futrono, y en general toda mi obra de esa época estuvo fuertemente influenciada por los impresionistas, pero por sobre todo por Vincent, de hecho hice una serie de reproducciones en gran formato de algunas de las obras de este último. Pienso que el gran problema de la limitación de referentes es el riesgo de la copia literal de un estilo, creo que mi trabajo de esa época oscilaba entre las dos corrientes que anteriormente mencioné, y en la tela es demasiado evidente. A medida que un creador recorre una y otra vez la historia del arte, va realizando nuevos cruces que lo enriquecen como tal. Creo también que solo un verdadero genio logra esconder sus influencias de tal forma que consigue crear la ilusión de originalidad.
Cementerio de Futrono fue creado inicialmente para enviarse al concurso Valdivia y su río, pero por una descoordinación de mi parte confundí la fecha de envío de los trabajos y quedé fuera de plazo. Nunca llegué a enviarla. Ahora cubre una de las paredes del living de mi casa.

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