Ejercicio de color destinado a explorar las posibilidades técnicas de ciertos materiales y procedimientos pictóricos, donde se experimenta específicamente con el traspaso en piroxilina y la proyección de imágenes, con el fin de omitir el dibujo casi por completo abocándose de lleno a las posibilidades expresivas que otorga la pintura.
De esta forma se obtiene una base o márgenes sobre los cuales maniobrar libremente sin despegarse totalmente de la realidad visible, mientras nuestra atención se centra en la interacción de los pigmentos y en la disposición de estos en el soporte.
Una de las razones principales para trabajar con papel y con galones de esmalte es la libertad que estos otorgan para disponer de ellos a merced, para equivocarse una y mil veces, abarcar sectores extensos y descartar ejercicios fallidos, cortar, plegar en la pared y en el suelo sin el respeto y sentimiento de culpa que nos imponen los materiales nobles.
De esta forma se obtiene una base o márgenes sobre los cuales maniobrar libremente sin despegarse totalmente de la realidad visible, mientras nuestra atención se centra en la interacción de los pigmentos y en la disposición de estos en el soporte.
Una de las razones principales para trabajar con papel y con galones de esmalte es la libertad que estos otorgan para disponer de ellos a merced, para equivocarse una y mil veces, abarcar sectores extensos y descartar ejercicios fallidos, cortar, plegar en la pared y en el suelo sin el respeto y sentimiento de culpa que nos imponen los materiales nobles.
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